lunes, agosto 27, 2007

Marketing Automotríz en Argentina



Me considero un apasionado de los automóviles. Desde muy chico mi dedicación por ellos estaba presente a diario. Por aquellas épocas, gracias a que mi papá tenía una subscripción muy ámplia de revistas por su trabajo, llegaban a mi casa de Madrid como por arte de magia las tres o cuatro revistas más importantes de la prensa especializada española, desde la masiva Coche Actual, hasta la estricta e intachable Automóvil. A las cinco y cuarto salía del colegio y empezaba mi aprendizaje automovilístico.

Años mas tarde en la Universidad conocí al que hoy es uno de mis referentes de la prensa especializada además de un amigo eterno, Martin Hirst, periodista natural y experto en Marketing de profesión.
Hace una semana, en una de nuestras cenas debatimos acerca del por qué de las estrategias de Marketing de la industria automotríz en la Argentina.

Tenemos un parque automotríz que se renueva mes a mes con records históricos de ventas, una inflación galopante que se deja ver en cada nuevo neumático que sale de una concesionaria y medios de comunicación que desbordan de improvisados programas de autos que contrarrestan sus falencias con alguna que otra chica de fugaz reconocimiento.

Creo de buena fe que la culpa de tener un mercado lleno de ofertas del tercer mundo es nuestra, de los consumidores. La aceptación es lo que prima, al decirle sí a un Volkswagen Golf reversionado para la región que intenta disfrazar un vehículo ya viejo, un Renault Logan que fue pensado como un –auto del pueblo- principalmente para Europa del Este a un precio ofensivo pero sin los infaltables paragolpes pintados, un Ford Focus a punto de ser canibalizado por algún sucesor o autos de alta gama al triple que en Europa o Japón y al cuádruple que en los Estados Unidos. Y con todo, entrar a un estacionamiento de clase media y ver hoy que las matrículas de los automóviles en promedio son de menos de un año y medio, hace preguntarme si es que la gente desconoce de autos, de planificación financiera o simplemente viven el momento porque están golpeados por la historia cíclica de la economía.

Haciendo un análisis preciso sobre las estrategias de las terminales automotrices puedo observar las consecuencias de una economía no sustentable a largo plazo, sin embargo eso no significa que debamos tolerar una y otra vez productos que no alcanzan los standards que se manejan en el mundo, cuando un vehículo cualquiera lo estamos pagando a precio europeo, o sea en Euros y sin chistar. El mercado de los usados no se puede disociar del análisis, la voz institucional por parte de las asociaciones del sector dejan ver que los precios de los 0 kilometro son una respuesta natural al precio de los usados, para nuestra desgracia es exactamente al revés. Tener autos nuevos caros con sistemas de financiación oscuros avala tener autos usados más caros, no necesito un experto en economía regional para sostener esta realidad.

Fui a la feria del automóvil a una hora del cierre, principalmente para recorrerla en frío, sin tantos fanáticos atolondrados, la impresión que tuve es un reflejo de lo que pienso, novedades que no lo son, conductas de comunicación institucional pasadas de moda y la maldita idea de ocultar lo que sucede extra-frontera, como si fueramos idiotas, camionetas con motores gigantes y ninguna muestra de los verdaderos avances de la industria, como ser la utilización de energías alternativas, a excepción de algunos chistes de mal gusto o la standarización de muchos sistemas de seguridad que hoy reinan en el mercado de los vehículos de lujo.

Creo que existe un camino alternativo, de consumidores educados y formados con conocimientos más altos que los que se proponen en este mercado. Lo podemos hacer realidad en poco tiempo y debemos tomar una decisión al respecto, antes que los problemas de energía y seguridad vial, entre los más importantes, nos sesguen la posibilidad de un futuro promisorio.

1 comentario:

Unknown dijo...

Los autos nos unen.
Acabo de salir de grabar el estreno del programa de televisión en el que, además de ser productor periodístico, realizo columnas relacionadas a la industria automotriz y pruebas de manejo de nuevos modelos, entre otros informes.
Tenía un rato antes de llegar a una reunión y paré en un locutorio a chequear mi casilla y, porqué no, visitar los sitios especializados en autos -Así somos los que necesitamos tratamiento psicológico-. En el ínterin, llamé a mis amigos de Fresco, a quienes admiro por su profecionalidad, potencia y espíritu emprendedor, para combinar tomarnos unas cervezas por la noche y arreglar una reunión de negocios en la semana.
Me invitaron a visitar su Blog, en el que mi incondicional amigo “El Rafa” me sorprendió una vez más con su conocimiento y capacidad de análisis sobre la realidad automotriz de nuestro poco predecible país.
Casi dominado por la ansiedad, dejé mis ocupaciones de lado y comencé éste comentario.
De más está decir que concuerdo en un 100 por ciento con lo publicado por Rafael pero hoy no me siento con ganas de entrar en debate. Prometo que algún día lo haré y será a través de ésta vía de comunicación.
Lo cierto es que me llama la atención como el automóvil, además de despertar pasiones, cubrir necesidades psicológicas, y cumplir funciones prácticas, entre otras virtudes, logra que dos personas con muy pocas cosas en común lleguen a una amistad tan consolidada y duradera como la que tenemos con Rafa. Nuestras diferencias de personalidad e identidad se pulen y se ven fundidas en un mismo material cuando empezamos a hablar de autos, a tal punto que vamos descubriendo que somos muy parecidos en varias otras cosas. Eso sucede porque el ser humano es infinito en su sapiencia y saber, siempre y cuando se lo proponga. Así es como llegamos con Rafa a forjar esta amistad que, sin dudas, trascenderá en nuestras vidas.
¿debemos agradecerselo al automóvil? Si. También a las ganas que pusimos de conocernos, mas allá de ese mundo apasionante y al café de la Universidad del Salvador.
Hoy, Rafa y Martín (Mi amiguito preferido desde los 4 años) conforman una empresa que considero de gran éxito, y pocas cosas me enorgullecen tanto como verlos crecer como personas y como profesionales. Una vez más, el automóvil nos une y todo indica que volverá a hacerlo. Ya sea compartiendo conferencias de prensa, salones internacionales o un análisis relacionado con nuestras pasiones más arraigadas: el Auto y el Marketing.
Martín Hirst