Encuentro cumbre

En un rato más me encuentro con Martín Federman, quien fue parte de fresco hasta el 2008 y quien sigue siendo un hermano del alma.
Extraño a Martín en los detalles diarios. Fundamos juntos fresco en 2004 pero ya nos conociamos. Vivimos muy intensamente el año 2002, haciendo escuela, haciendo un camino de emprendedores en medio de una reorganización económica de Argentina. Reorganización que como algunos tangos parece nunca acabar y que nos llevaba a ser dos personas más simples, viviendo como en un gueto que compartiamos con los que se iban sumando por momentos.

Aprendimos mucho el uno del otro. Yo me hice una persona más integra, más consciente de la realidad, aunque los colegios me llevaron a barrios pobres a contemplar miseria. Descubrí a una de las comunidades que más admiro desde la historía y la capacidad constructiva (y a veces lo opuesto) que es la judia.

Me relato una y otra vez sus aventuras por Mexico, Perú, Chile, Uruguay y cinco paises más que atraveso como mochilero y me transfirieron relajación, para tambien saber vivir sobre la ola sin volverme loco. Martín me dio una amplitud visual muy grande y jamás lo hubiera adquirido por mi mismo.

Extraño a Martín en la sensación de tener a alguien que lee mi mente todo el día, creo que esa es una respuesta a por que escribir mi blog desde otro lugar a partir de ahora.